La alternativa de ahorro energético de la Tecnología LED.
El ahorro energético como uno de los elementos panorámicos que debes conocer para hacer una correcta elección dentro del amplio espectro de esta novedosa y útil tecnología.
En el ahorro energético la tecnología LED en sí misma no es algo nuevo, la existencia del diodo emisor de luz LED por sus siglas en inglés (light-emitting diode) se inventó hace más de medio siglo, sin embargo no se empezaron a implementar en las ciudades hasta hace apenas cinco años. Esta tecnología de iluminación se ha venido desarrollando y optimizando y actualmente es capaz de superar en eficiencia energética a las bombillas de sodio, elemento que no ocurría hace apenas tres años, según aseguran expertos en el tema. Esto ocurre porque con un control de contaminación de luminosidad correcto y adecuado pueden iluminar más espacio con un ahorro de energía considerable.
“Al principio se vendieron LED de baja calidad, poco eficientes, que están instalados en muchas ciudades. Había mucho marketing y mucho desconocimiento”, expresa y sostiene Josep Maria Ollé, profesor de la Universitat Rovira i Virgili (URV).
Los LED actuales presentan tres grandes ventajas en comparación con la bombilla de vapor de sodio, la más usada en la actualidad.
Son Regulables
Para empezar, son regulables en intensidad, lo que permite reducir la cantidad de luz al mínimo durante las horas de la noche en que apenas hay actividad en la calle; el sodio también lo es, pero no tanto ni se puede hacer tan fácilmente como el LED.
Son Dirigibles
En segundo lugar, la luz se puede dirigir: en los LED la luz sale del chip electrónico hacia delante y no se pierde dentro de la farola, como ocurre con otros tipos de bombilla, cuyo rendimiento máximo es del 70-85%. En el caso de los LED se aprovecha el 85-90% de la luz que se genera.
Son de Colores
Y, por último, se puede escoger el color del LED.
Como en toda nueva tecnología existen también contrastes y algunas desventajas.
Una de estas limitantes es el precio de la tecnología LED que es superior a las anteriores tecnologías de iluminación, pero: ¿Es realmente una desventaja?
La tecnología LED no se ha limitado a las lámparas que iluminan los espacios, sino que ha posibilitado la implementación de pantallas más sofisticadas en cuanto su eficiencia energética y por ende un incremento de la energía saludable, pantallas ya extendidas en la construcción de teléfonos móviles y equipamento audiovisual con un menor uso de recursos que remiten por lo tanto a un menor impacto medioambiental. Es por esto que debemos valorar el costo momentáneo de esta nueva tecnología, con respecto a una construcción sostenible, además de que disminuiría a largo plazo los gastos muchas veces inadvertidos de electricidad y que suman puntos al desbanque de nuestro presupuesto mensual.
Hay que hallar un equilibrio y hacer una correcta elección sin embargo dentro de la amplia gama que ofrece esta tecnología.
Según reportes de la web española La Vanguardia:
“Si se instalan LED sin implementar un sistema digital que ayude a controlar esas ventajas y sin un plan que evalúe la necesidad real de luz en cada calle en cada momento, no sirven para nada”, destaca Alejandro Sánchez de Miguel, astrofísico de la Universidad de Exeter, en Reino Unido.
En comparación con las bombillas de vapor de sodio a alta (VSAP) o a baja (VSBP) presión, “con la misma cantidad de energía consigues más luz con el LED. Cuánta más depende de lo cálido que sea el LED, aunque podríamos decir que alrededor de un 20% respecto a las VSAP”, indica Manuel García, de la UPC, quien se especializa en el servicio de prevención y control de contaminación lumínica.
“Es cierto que una buena solución LED es mejor que una buena solución VSAP, pero no es mucho mejor. Por eso hay que valorar en cada caso cuestiones ambientales, costes económicos, deslumbramiento producido por los LED”, continúa.
Para Martin Aubé, experto en contaminación lumínica, investigador de la Universidad Cegep de Sherbrooke, en Canadá, “la eficiencia de los LED es menor que la de las lámparas de sodio. Pero la calidad de la óptica o de las lentes usadas para enfocar la luz hacia la calle en general suele ser mejor con los LED”.
El bajo consumo de energía, la poca necesidad de mantenimiento y el tamaño pequeño de los ledes ha propiciado su uso como indicadores de estado y visualización en una gran variedad de equipos e instalaciones. Las pantallas led de gran superficie se utilizan para retransmitir el juego en los estadios, como pantallas decorativas dinámicas y como señales de mensajes dinámicos en las autopistas. Las pantallas ligeras y delgadas con mensajes se utilizan en los aeropuertos y estaciones de ferrocarril y como paneles de información de destinos en los trenes, autobuses, tranvías y transbordadores.
Las luces de un solo color son adecuadas para los semáforos, las señales de tráfico, los letreros de salida, la iluminación de emergencia de los vehículos, las luces de navegación, los faros. Se usan ledes rojos o amarillos en indicadores y pantallas alfanuméricas, en ambientes donde se debe mantener una visión nocturna: cabinas de aviones, puentes submarinos y de buques, observatorios astronómicos y en el campo por ejemplo para la observación de animales durante la noche y aplicaciones militares del campo.
Dada su larga vida útil, sus tiempos de conmutación rápidos y su capacidad para ser vistos a plena luz del día debido a su alta intensidad y concentración, desde hace algún tiempo se vienen utilizado ledes para las luces de freno de automóviles, camiones y autobuses, y en las señales de cambio de dirección; muchos vehículos usan actualmente los ledes en sus conjuntos de luminosas traseras. Los faros provistos de ledes blancos están empezando a utilizarse. El uso de los ledes tiene ventajas de estilo porque pueden formar haces de luz mucho más delgados que las lámparas incandescentes provistas de reflectores parabólicos.
Las luces halógenas están siendo sustituidas cada vez más por la tecnología LED para su ahorro energético, e incluso en la Unión Europea se dejan de comercializar abogando por una mayor eficiencia energética.
Las luces LED en lo que al ahorro energético se refiere son menos contaminantes desde el punto de vista medioambiental, pero de mayor precio. Aspecto que compensa si se tiene en cuenta que reducen el consumo en un 80% y que su vida útil puede llegar a 50.000 horas (cinco veces más que una estándar), según el diario El País.
Otra cuestión a tener en cuenta es dónde realizamos nuestros encargos. Si una bombilla con 20 LEDs contiene material activo de baja densidad, si se estropea uno de ellos, los demás también lo harán progresivamente, lo que disminuye el tiempo de vida de la bombilla.
Teniendo en cuenta la necesidad de hallar proveedores confiables, por las limitantes que ofrecen confiar nuestros encargos a almacenes de fabricantes desconocidos, se recomienda poner en manos de un proveedor conocido y único nuestras compras en esta esfera, ya que si variamos de proveedor o encargamos a uno desconocido, estos pueden contener bombillas con LED de baja densidad, más baratos y que se estropean más fácilmente.
Actualmente, el modelo más extendido es el de 3 ó 5 LEDs, pero de alta densidad, que ofrecen la suficiente cantidad de luz para un uso doméstico medio.
Valorar equilibradamente cuestiones como el impacto medioambiental, el desarrollo social y nuestro bienestar económico y personal son aspectos indispensables, para escoger correctamente en el margen de opciones favorables que ofrece el mundo de la tecnología LED, disminuyendo y desechando sus desventajas y aprovechando sus múltiples beneficios.