Desde la invención de las bombillas led eléctrica con filamento incandescente, luego desarrollada comercialmente por Thomas Edison, la iluminación evolucionó motivada siempre por la búsqueda de un modo para generar mayor luminosidad, con la menor energía posible. El logro máximo alcanzado por esta tecnología es sin duda alguna la bombillas LED, un invento relativamente reciente.
Tras la historia de la bombillas LED:
La primera bombilla LED apareció en la década del 60 y consistía en un bulbo preparado para trabajar a baja tensión, pero sólo emitía luz en la frecuencia roja del espectro visible. Posteriormente, en la primera mitad de la década del 90, se presentó el primer LED capaz de emitir luz en la frecuencia azul del espectro, algo que abrió las puertas a la fabricación de la lámpara LED tiempo después, lográndose una luz blanca bastante aceptable.
Durante el 2009 se comenzaron a comercializar las bombillas LED, que con la paulatina reducción de los costos de producción ganó pronto popularidad y hoy en día su eficiencia la hace inmensamente superior a las tradicionales lámparas incandescentes, halógenas y fluorescentes. Asimismo, su vida útil también es mucho más extensa, pudiendo durar años e incluso lustros.
Análisis de la bombilla LED:
Una bombilla LED se compone de diodos (dispositivos electrónicos de dos electrodos) que al recibir corriente eléctrica emiten luz de muy alto rendimiento y de manera eficiente. A este proceso de generación se le conoce como electroluminiscencia y ocurre cuando se liberan fotones (luz) debido a electrones que cambian de nivel de energía, durante su desplazamiento por un material semiconductor (diodo).
En la práctica, las bombillas LED son componentes electrónicos capaces de emitir luz cuando una corriente eléctrica los atraviesa. Básicamente, están formadas por un chip de materia semiconductora que presenta polaridad, por lo que funcionan únicamente al ser polarizados en directo. Los LED suelen resultar muy llamativos debido a la combinación de elementos químicos que poseen sus materiales, los cuales pueden producir un amplio rango de longitudes de onda dentro del abanico cromático. Dando como resultado la emisión de diferentes colores, desde el intenso infrarrojo, hasta un variado espectro de luz visible: rojos, amarillos, verdes o azules.
Precisamente, una de las principales diferencias entre las bombillas LEDes el color de la luz que producen:
- Blanco natural o neutral: un blanco sin matices, como la luz del día.
- Blanco cálido: una luz clara, cercana al amarillo.
- Blanco frío: luz blanca de tono azulado.
- RBG: luces de colores que se pueden cambiar mediante una aplicación o mando a distancia.
Normalmente, la luz cálida se usa en zonas de descanso y la fría en zonas de trabajo. Los LED fríos dan un poco más de luz que los cálidos, con los mismos vatios. En general, la iluminación LED es siempre mucho más brillante y nítida.
Clasificación de las bombillas LED:
Según el tipo de bombilla:
Estándar: Ideal para plafones, apliques y lámparas de colgar.
Esférica: Ideal para plafones, sobremesas y apliques.
Globo: Ideal para sobremesas, sobremuros y farolas.
Vela: Perfecta para lámparas de colgar, apliques y sobremesas.
GU10 y MR16 (GU5.3): Usada en focos para empotrar. Ideal para baños y cocinas.
Según el tono de iluminación:
Luz cálida (3000K):Ofrece una luz acogedora ideal para dormitorios, salas de estar, recibidores, comedores, etc.
Luz natural (4000K):Ofrece una mayor sensación de luz, a la vez que cansa menos la vista. Ideal para cocinas y baños.
Luz fría (6000K):Se utiliza en zonas que requieren más sensación lumínica, como garajes, oficinas, talleres, etc.
Según el ángulo de apertura:
Ángulos reducidos (hasta 45º): Luz focalizada. Pensada para iluminar vitrinas, zonas específicas de la casa o de los comercios.
Ángulo medio (hasta 80º): Luz ideal para salas, baños, habitaciones, etc.
Ángulo grande (más de 80º): Recomendado para todas las zonas de la casa, en general. Particularmente, áreas de pasillo y cocina.
Beneficios de las bombillas LED:
Este tipo de iluminación es actualmente la más recomendada por los profesionales de la electricidad. Las bombillas LED son sin duda las más rentables, económicas y ecológicas para instalar en hogares, oficinas y sitios públicos. La instalación de sus lámparas supone grandes ventajas como el logro de un ahorro energético cercano al 80%, la reducción de las tareas de mantenimiento, ya que la vida útil de los LED es mucho más larga que la de otras bombillas convencionales, y la reducción de los residuos peligrosos, debido a que no contienen mercurio en su composición.
Las bombillas LED trabajan a muy baja tensión, consumiendo menos energía y con una ínfima emisión de calor. Mayor y mejor iluminación con un reducido consumo de electricidad es siempre una de las máximas de esta tecnología. El encendido también es instantáneo y por lo tanto no provoca consumos extras, como ocurre con otras luces comunes. Los LED minimizan el riesgo de electrocución y son mucho más resistentes por carecer de filamentos, que es el componente más delicado de una bombilla tradicional. Desde una simple rotura hasta las bajadas o subidas de tensión, pueden ser motivos por los que una bombilla común deje de funcionar. En el caso de las bombillas LED, con gran diferencia soportan un mayor número de encendidosy apagados con respecto a las incandescentes, halógenas o de bajo consumo. Además, están fabricadas con materiales como aluminio, cerámica o PVC, que permiten una buena disipación del calor, protegiendo así las partes sensibles. Sumado a su resistencia y durabilidad, muy superiores al resto de las luces actuales, las bombillas o focos LED presentan una importante variedad de posibilidades a tener en cuenta, gracias al color, la temperatura, intensidad, velocidad y ángulos de abertura. Estas características permiten crear los ambientes más adecuados para cada decoración o situación particular. Las lámparas LED tampoco emiten rayos ultravioletas ni infrarrojos y por ende no producen contaminación lumínica. Tanto sus componentes al ser 99% reciclables, como el hecho de no requerir elementos químicos peligrosos, dan como resultado que sean la mejor opción para la protección del medio ambiente.
En la actualidad, las bombillas LED se pueden usar para cualquier aplicación comercial, desde el alumbrado decorativo hasta el de viales y jardines, presentando siempre significativas ventajas. Y aunque aún se maneja como principal (sino único) inconveniente su alto costo inicial en comparación con otras luces convencionales, en estos últimos años ese panorama ha cambiado favorablemente. Ya existen luminarias LED a muy bajos precios (inclusive menores de 1€) y con prestaciones superiores a las incandescentes o halógenas. Según estudios de mercado, en esta última década la iluminación LED ha reducido sus precios hasta un 90%. Los productos que más han bajado su precio son las bombillas, proyectores y tubos.
Es evidente que las bombillas LED tienen muchos más beneficios que las restantes usadas para la iluminación tradicional, además de menor coste de adquisición, instalación y mantenimiento. Conforme el conocimiento y desarrollo de esta moderna tecnología va expandiéndose, su consumo sigue creciendo a grandes pasos frente a la luz convencional, ya incluso más costosa y obsoleta.